martes, septiembre 12, 2006

Garbanzos

Era inevitable, era uno de esos días en los que
la gente se levanta deseosa de explicarle a los
demás cómo deben hacerse las cosas. "No me cabe
duda; Vos deberías dedicarte a la oratoria" insistía
la Tía Clota.La Tía resultaba muy convincente en
esas ocasiones, y la Otra, tan porfiada como crédula,
le hacía caso.
Así fue que, decidida a dar el mejor discurso jamás
oído, dijo:"Prrrrruuuút! Prrrrt! Pfffffrrrá!!!" .